Cambia tu viejo monitor por uno de pantalla plana LCD. Estos monitores modernos consumen apenas un tercio de la electricidad que utilizan los monitores más grandes y con tubos. Lo mismo se puede aplicar a los televisores. Los de pantalla plana LCD consumen la mitad de la energía que los de plasma o los viejos televisores con tubo.
Adquiere frutas y verduras locales y orgánicas. Los alimentos orgánicos evitan el uso de fertilizantes contaminantes y además son mucho más sanos. Puedes ayudar a la industria agrícola local si compras en las ferias de tu ciudad.
Utiliza bombillas o lámparas de bajo consumo. Son un poco más caras que las tradicionales, pero te asombrarás al ver que una misma lampara puede durante años sin necesidad de cambiarla.
Aprende a reciclar. Es importante separar los residuos orgánicos de los papeles, latas, plásticos o vidrios. En muchos países las mismas empresas de residuos entregan bolsas de diferentes colores para que las familias separen sus residuos y se puedan reciclar algunos elementos.
Tratar de no comprar productos con envoltorio superfluos, ya que lo importante es el producto y no el embalaje.
Evitar utilizar en la medida de lo posible artículos desechables como pañuelos de papel, rollos de cocina, vasos y platos de cartón, cubiertos de plástico, etc., La industria de productos de usar y tirar es la que genera más basura en todo el mundo.
Conservar los alimentos en recipientes duraderos. No abusar del papel de aluminio.
No compre pequeños electrodomésticos para realizar operaciones que sean fáciles de hacer a mano, como los abrelatas por ejemplo.
Evitar utensilios y juguetes que funcionan a pilas. Si es posible utilizar pilas recargables o pilas verdes no contaminantes.
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